Ingredientes:
- 500 g de tomatillos, sin cáscara y lavados.
- 1 cebolla mediana, cortada en cuartos.
- 2 dientes de ajo, pelados.
- 2-3 chiles serranos o jalapeños (ajusta según el nivel de picante deseado).
- 1 taza de cilantro fresco, picado.
- Jugo de 1 lima (limón verde).
- Sal al gusto.
- Opcional: 1 aguacate, para una versión más cremosa.
Modo de preparación:
1. Cocer los tomatillos
- Coloca los tomatillos en una olla grande y cúbrelos con agua.
- Lleva el agua a ebullición y cocina los tomatillos hasta que cambien de color y estén blandos (aproximadamente 5-7 minutos).
- Escurre y deja que los tomatillos se enfríen un poco.
2. Asar (opcional)
- Para un sabor ahumado, asa los tomatillos, la cebolla, el ajo y los chiles en una sartén caliente o en una parrilla hasta que estén ligeramente carbonizados.
3. Licuar
- En una licuadora o procesador de alimentos, combina los tomatillos cocidos o asados, la cebolla, el ajo, los chiles, el cilantro, el jugo de lima y la sal.
- Ajustar la consistencia: Si la salsa está muy espesa, añade un poco de agua hasta lograr la textura deseada.
4. Opcional: Versión cremosa
- Agrega un aguacate y licúa hasta que esté completamente incorporado para una salsa más suave y cremosa.
5. Ajustar y refrigerar
- Prueba la salsa y ajusta la sal o el jugo de lima según tu gusto.
- Transfiere la salsa a un frasco o recipiente hermético.
- Refrigera por al menos 30 minutos antes de servir para permitir que los sabores se mezclen.
6. Servir
- Sirve fría o a temperatura ambiente con tacos, enchiladas, carnes a la parrilla o totopos.
Consejos:
- Si prefieres una salsa más ácida, agrega más jugo de lima.
- Comienza con menos chiles si no estás seguro del nivel de picante y añade más poco a poco.
- La salsa se conserva bien en el refrigerador hasta por una semana.
¡Disfruta de esta salsa fresca y vibrante que realza cualquier platillo! 🥑🌶️