El romero es una planta aromática maravillosa y resistente, pero puede secarse fácilmente si no se cuida adecuadamente. Aquí tienes el secreto de los jardineros para mantenerlo siempre verde y saludable.
1. Elección del lugar adecuado
- Luz solar: El romero necesita al menos 6 horas de luz solar directa al día. Colócalo en un lugar soleado, ya sea en el jardín o en una maceta cerca de una ventana luminosa.
- Drenaje óptimo: Asegúrate de que el suelo o la maceta tenga un drenaje excelente para evitar el encharcamiento, ya que el exceso de agua es una de las principales causas de que el romero se seque.
2. Riego moderado
- Riega con moderación: Solo riega cuando la capa superior del suelo esté completamente seca. El romero tolera mejor la sequía que el exceso de agua.
- Evita mojar las hojas: Esto puede prevenir enfermedades fúngicas.
3. Podas regulares
- Recorta las ramas largas y dañadas regularmente para fomentar un crecimiento compacto y saludable.
- La poda también mejora la circulación del aire alrededor de la planta, reduciendo el riesgo de plagas.
4. Suelo adecuado y fertilización
- Usa un suelo ligero y bien drenado, como una mezcla para cactus o plantas mediterráneas.
- Aplica un fertilizante natural rico en nitrógeno una vez al mes durante la primavera y el verano.
5. Protección contra el frío
- Si vives en una zona con inviernos fríos, traslada la planta a un lugar protegido o cúbrela con tela geotextil para evitar que las raíces se congelen.
6. El truco de los jardineros: el té de plátano 🍌
- Prepara un té de cáscaras de plátano (macerándolas en agua por 24 horas) y úsalo para regar el romero una vez al mes. Este truco le aporta potasio y otros nutrientes esenciales para mantenerlo verde y vigoroso.
Siguiendo estos consejos, tu romero estará siempre saludable, aromático y listo para usar en la cocina o como decoración en tu jardín. ¡Pruébalo! 🌱