1️⃣ 🌿 Selecciona un esqueje saludable: Elige un tallo de rosal joven y sano, de unos 15-20 cm de largo. Lo ideal es que tenga hojas y al menos un nudo (la zona donde crecen las hojas).
2️⃣ ✂️ Prepara el esqueje: Corta el tallo justo debajo de un nudo, en un ángulo de 45 grados. Retira las hojas inferiores para evitar que se pudran en el agua.
3️⃣ 💧 Coloca el esqueje en agua: Llena un vaso o recipiente con agua limpia y coloca el esqueje dentro, asegurándote de que el nudo inferior quede sumergido.
4️⃣ ☀️ Ubica el vaso en un lugar luminoso: Coloca el vaso en un lugar donde reciba luz indirecta brillante. Evita la luz solar directa, que puede calentar demasiado el agua y dañar el esqueje.
5️⃣ 🔄 Cambia el agua regularmente: Cambia el agua cada 2-3 días para mantenerla fresca y libre de bacterias. Esto ayudará a prevenir la pudrición del esqueje.
6️⃣ ⏳ Sé paciente: En unas pocas semanas, comenzarás a ver raíces creciendo desde el nudo sumergido. Este proceso puede tardar entre 2 y 4 semanas, dependiendo de la variedad de rosal y las condiciones ambientales.
7️⃣ 🪴 Trasplanta a una maceta: Una vez que las raíces tengan unos 5-7 cm de largo, trasplanta el esqueje a una maceta con tierra para macetas de buena calidad.
8️⃣ ✨ Cuida tu nuevo rosal: Riega el rosal regularmente y asegúrate de que reciba suficiente luz solar. Con los cuidados adecuados, pronto tendrás un nuevo rosal floreciendo en tu jardín.
¡Anímate a probar este método sencillo y económico para propagar rosales! ¡Verás cómo en poco tiempo tendrás un jardín lleno de hermosas rosas!