Ingredientes:
- 600 ml de caldo o agua
- 550 g de garbanzos cocidos
- 250 g de bacalao desalado
- 150 g de espinacas frescas
- 150 g de tomate rallado
- 1 cebolla picada
- 1 diente de ajo picado
- 1 rebanada de pan frito
- 20 g de almendra tostada (aproximadamente 20 unidades)
- 4 huevos cocidos
- Aceite de oliva y sal al gusto
Preparación:
- Preparar la base del potaje:
- En una cazuela grande, calienta un chorro de aceite de oliva. Añade la cebolla picada y el ajo y sofríe a fuego medio hasta que estén dorados y fragantes.
- Incorpora el tomate rallado y cocina durante 5-7 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que reduzca y se integre.
- Añadir los garbanzos y el caldo:
- Agrega los garbanzos cocidos a la cazuela junto con el caldo o agua. Lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego a medio.
- Incorporar las espinacas y el bacalao:
- Añade las espinacas frescas poco a poco, dejando que se reduzcan en volumen.
- Trocea el bacalao y agrégalo al guiso. Cocina todo junto durante unos 10 minutos, permitiendo que los sabores se mezclen.
- Hacer el majado:
- En un mortero, machaca las almendras tostadas junto con la rebanada de pan frito y una pizca de sal. Incorpora este majado al potaje para espesar y potenciar el sabor.
- Añadir los huevos cocidos:
- Pela y corta los huevos cocidos en mitades o cuartos y agrégalos al potaje en los últimos minutos de cocción. Rectifica la sal si es necesario.
- Servir:
- Retira del fuego y sirve caliente. Este potaje es perfecto como plato único, lleno de sabor y nutrientes.
Un guiso reconfortante y fácil de preparar, ideal para disfrutar en cualquier época del año. ¡Un clásico que nunca falla! 🍲🐟