La lavanda es una planta hermosa y aromática que puede embellecer cualquier jardín. Para mantenerla saludable, con una forma atractiva y llena de flores, la poda es clave. ¡Sigue estos sencillos pasos y verás la diferencia!
1️⃣ 🌱 Poda Inicial para Nuevas Plantas: Antes de plantar tu lavanda, recorta el follaje y las flores entre un tercio y la mitad. Deja las ramas exteriores ligeramente más cortas que las centrales. Esto fomenta un crecimiento en forma de montículo desde el principio.
2️⃣ 🌸 Poda Anual de Lavanda Establecida: Después del primer año, poda la lavanda una vez que las flores se hayan marchitado. Busca la base leñosa de la planta y recorta los brotes verdes unos pocos centímetros por encima de esta unión. Dale forma a la planta manteniendo las ramas exteriores más bajas que el centro.
3️⃣ ✨ Eliminación de Flores Marchitas: En las variedades que florecen más de una vez al año, corta justo por encima del primer par de hojas que se encuentran debajo de las flores marchitas. Esto estimulará una segunda floración abundante.
4️⃣ 🚫 ¡Precaución! Evita los Errores Comunes: No cortes las ramas leñosas, ya que la lavanda tiene dificultades para regenerar desde esta parte. Además, evita podar después de agosto, ya que esto podría debilitar la planta antes del invierno.
¡Listo! Con estos sencillos pasos, tu lavanda se mantendrá sana, fuerte y llena de flores durante muchos años. ¡Anímate a podar y disfruta de un jardín lleno de aroma y color! 💜