Ingredientes:
- 1 taza de azúcar
- 1 taza de leche en polvo
- 1/2 taza de agua caliente
- 2 cucharadas de mantequilla
Instrucciones:
- Prepara los ingredientes: Antes de comenzar, asegúrate de tener todos los ingredientes listos. Mide la taza de azúcar, la leche en polvo, el agua caliente y las dos cucharadas de mantequilla. Esto te permitirá hacer el proceso más fluido y rápido.
- Mezcla: Coloca la leche en polvo, el azúcar y el agua caliente en una licuadora o procesadora de alimentos. Licúa a alta velocidad durante varios minutos hasta que los ingredientes estén perfectamente integrados, formando una mezcla homogénea y suave.
- Agrega la mantequilla: Mientras la licuadora sigue en funcionamiento, añade las dos cucharadas de mantequilla. Continúa licuando por unos minutos más para asegurarte de que la mantequilla se derrita completamente y se integre bien en la mezcla, dando como resultado una leche condensada suave y cremosa.
- Enfría: Vierte la mezcla en un frasco o recipiente hermético y déjala enfriar a temperatura ambiente. Ten en cuenta que la leche condensada espesará aún más mientras se enfría, adquiriendo la consistencia perfecta para tus postres o bebidas.
- Almacena: Guarda la leche condensada casera en el refrigerador. Este dulce manjar se mantendrá fresco durante aproximadamente 1 a 2 semanas, listo para ser utilizado en tus recetas favoritas.
¡Disfruta de esta deliciosa leche condensada casera que le dará un toque especial a tus postres! 🍮