1. Elige el lugar adecuado:
Ubica tus geranios en un lugar donde reciban al menos 6 horas diarias de luz solar directa. La luz es esencial para estimular una floración continua.
2. Poda regularmente:
Elimina flores marchitas, hojas secas y tallos débiles para que la planta concentre su energía en producir nuevas flores. Realiza esta poda cada semana.
3. Abona de manera correcta:
Usa un fertilizante rico en fósforo y potasio (como el 10-30-20) cada dos semanas durante la temporada de crecimiento. Esto fomenta la producción de flores en lugar de hojas.
4. Riego controlado:
Riega solo cuando la capa superior del sustrato esté seca. Evita el exceso de agua, ya que puede provocar raíces podridas y reducir la floración.
5. Usa un sustrato bien drenado:
Asegúrate de que tus geranios estén plantados en una mezcla de tierra ligera con buen drenaje para evitar acumulaciones de agua.
6. Protege contra plagas:
Revisa regularmente la planta para detectar pulgones, ácaros u otras plagas. Usa soluciones orgánicas como agua con jabón o aceite de neem para mantenerla sana.
7. Estimula con una poda de renovación:
Al final del invierno, realiza una poda más profunda para estimular el crecimiento de nuevos brotes y asegurar flores abundantes durante todo el año.
Si sigues estos consejos, tus geranios no solo estarán saludables, sino que te regalarán flores continuas durante más de un año. 🌸