Las morillas son uno de los hongos más apreciados en la gastronomía y es posible cultivarlas en casa siguiendo algunos pasos sencillos. Si te interesa esta aventura micológica, aquí te dejo una guía que te ayudará a iniciar tu propio cultivo de morillas.
1️⃣ Prepara el lugar adecuado
Busca un sitio en tu jardín que sea semi-sombreado y húmedo, como debajo de árboles de hojas caducas o cerca de montones de compost. Esto proporciona el entorno ideal para el crecimiento de las morillas.
2️⃣ Asegúrate de tener el suelo correcto
Necesitas un suelo suelto y rico en materia orgánica. Mezcla la tierra con trozos de madera o mantillo. Las morillas a menudo prosperan sobre madera quemada, así que ten en cuenta este detalle.
3️⃣ Prepara la solución de esporas 🍄
Corta una morilla fresca en trozos y déjala en un recipiente con 5 a 10 litros de agua. Agrega una cucharadita de azúcar o miel para fomentar la multiplicación de esporas. Deja la mezcla reposar a temperatura ambiente durante 24 a 48 horas.
4️⃣ Aplica la solución de esporas
Vierte la solución de esporas sobre tu sustrato preparado. Cúbrelo ligeramente con tierra o mantillo y asegúrate de mantenerlo húmedo, pero sin encharcarlo.
5️⃣ Alternativa: Usa semilla de morilla
Si prefieres una opción más directa, puedes comprar cultivos de mizel o “morchelsaat” ya preparados en tiendas especializadas. Simplemente intégralos en el sustrato.
6️⃣ Cuida tu cultivo 🌧️
Mantén la humedad adecuada, evitando el exceso de agua. Un rocío regular ayudará a mantener el sustrato en óptimas condiciones. Puedes añadir material orgánico como astillas de madera o hojas para proporcionar nutrientes.
7️⃣ Ten paciencia ⏳
El crecimiento de las morillas puede tardar varios meses, incluso hasta un año. Es importante ser paciente y seguir cuidando tu cultivo.
8️⃣ Cosecha adecuadamente
Cuando las morillas estén listas, córtalas con cuidado usando un cuchillo para no dañar el micelio subyacente. También puedes hacer nuevas soluciones de esporas a partir de tus propias cosechas.
💡 Consejo: Observa bien el área donde cultivaste las morillas, ya que suelen crecer especialmente bien después de las lluvias en primavera.
¡Disfruta del proceso de cultivo y de la satisfacción de cosechar tus propias morillas! Es una experiencia gratificante que sin duda enriquecerá tus platillos. ¡Manos a la obra! 🍽️✨