1️⃣ 🌿 Corta un tallo de albahaca: Busca un tallo de albahaca de unos 10 cm de largo y córtalo justo debajo de un nudo (la parte de donde salen las hojas).
2️⃣ 💧 Pon el tallo en agua: Coloca el tallo en un vaso con agua, asegurándote de que los nudos inferiores estén sumergidos.
3️⃣ ☀️ Dale luz y paciencia: Coloca el vaso en un lugar donde reciba luz solar indirecta. Cambia el agua cada dos días y espera a que las raíces crezcan alrededor de 2 cm. Esto puede tardar entre una y dos semanas.
4️⃣ 🪴 Prepara la maceta: Llena una maceta de tamaño mediano con tierra para macetas de buena calidad, dejando un espacio de unos 2 cm en la parte superior.
5️⃣ 🌱 Trasplanta la albahaca: Con cuidado, saca el tallo enraizado del vaso y plántalo en la maceta. Asegúrate de que las raíces estén bien cubiertas con tierra.
6️⃣ 🚿 Riega adecuadamente: Riega la tierra hasta que esté húmeda, pero evita mojar las hojas. Mantén la tierra húmeda, pero no empapada.
7️⃣ ☀️ Busca el lugar ideal: Coloca la maceta en un lugar donde la albahaca reciba luz solar parcial, idealmente entre 3 y 7 horas al día. Si vives en un lugar muy caluroso, protégela del sol directo durante las horas más intensas.
8️⃣ ✂️ Cosecha y disfruta: Después de unas 4 o 5 semanas, podrás empezar a cosechar hojas de albahaca. Corta las hojas superiores para fomentar el crecimiento de la planta. ¡Disfruta de tu albahaca fresca en tus platos favoritos!
¡Anímate a cultivar tu propia albahaca! Verás cómo el aroma y el sabor de la albahaca fresca recién cosechada transforman tus comidas. ¡Es una experiencia gratificante y deliciosa!