Uso de materiales reciclados: Comienza llenando la base del bac con materiales ligeros como ramas, hojas secas o cartones triturados. Esto reduce el uso de tierra y compost, economizando costos.
Compost y tierra asequible: Completa el bac con una mezcla de compost casero y tierra económica. El compost aporta nutrientes esenciales al suelo, mejorando su calidad.
Incorporación de materia orgánica: Agrega restos orgánicos como cáscaras de vegetales, estiércol bien descompuesto o recortes de césped. Esto no solo ayuda a retener la humedad, sino que también enriquece el suelo.
Uso de bacs más pequeños: Si tienes varios bacs, puedes llenarlos parcialmente con materiales ligeros y completar el espacio con tierra fina o compost, optimizando así los costos.
Estas recomendaciones permiten crear un suelo saludable y bien drenado sin gastar mucho, logrando así un jardín productivo y sostenible. ¡Disfruta de tus plantas y de un huerto lleno de vida! 🪴🌼