Los albaricoqueros, una vez bien formados durante sus primeros años, se convierten en árboles de fácil mantenimiento. Aquí tienes una guía detallada para realizar una poda adecuada que permitirá mantener la estructura del árbol y optimizar su producción de frutos.
Primer Año de Poda
Durante el primer año, el objetivo es definir la estructura principal del árbol, conocida como la copa. Para ello:
- Selecciona de tres a cuatro ramas fuertes que se convertirán en las ramas principales, junto al brote central.
- Estas ramas formarán el esqueleto del árbol, asegurando una base sólida para los futuros frutos.
Este método es común en la poda de árboles de frutas de hueso, ya que facilita el crecimiento equilibrado de la planta.
Segundo Año de Poda
En el segundo año, la poda se enfoca en eliminar ramas que compiten con el tronco principal y los brotes hacia el interior de la copa. Este proceso ayuda a prevenir la creación de bifurcaciones y evita que la copa se vuelva densa:
- Retira los brotes largos que crecen hacia el centro de la copa, lo cual permitirá una mejor entrada de luz y aire.
- Recorta los brotes laterales que se originan de la extensión del tronco.
- Realiza un corte de las ramas laterales principales (ramas de estructura) en las siguientes proporciones: las superiores a dos yemas y las inferiores a cinco yemas.
Este tipo de poda asegura una distribución equilibrada y promueve el crecimiento saludable de los brotes que darán frutos.
Reducción de las Extensiones y el Brote Central
- Corta las extensiones de las ramas principales de un tercio a la mitad de su longitud.
- El brote central también debe ser podado, pero debe quedar unos 20 cm más alto que las puntas de las ramas laterales principales. Esto ayuda a mantener la forma vertical del árbol, facilitando un crecimiento estable.
Formación de la Copa en Años Posteriores
En los años siguientes, el árbol desarrollará nuevas ramas estructurales. Es fundamental mantener una diferencia de altura entre las ramas inferiores y superiores para que la copa adquiera una forma de techo inclinado (aproximadamente 45°). Este diseño permite una mejor exposición al sol y facilita la circulación del aire, lo que contribuye a reducir enfermedades en el árbol.
Poda de Mantenimiento Anual
En los años siguientes, se realiza una poda de mantenimiento, eliminando:
- Los brotes que crezcan demasiado cerca del tronco central.
- Las ramas que compitan con las principales, ya que pueden causar que el árbol pierda su forma estructural.
Poda después de la Cosecha
Una vez que hayas cosechado los albaricoques, realiza una última revisión:
- Elimina cuidadosamente las ramas enfermas o secas. Este paso es esencial para mantener la salud del árbol y prevenir problemas durante la siguiente temporada.
La poda correcta del albaricoquero no solo mejora la salud del árbol, sino que también ayuda a obtener mejores cosechas cada año. Con estas pautas, puedes asegurar que tu árbol se mantenga fuerte, estético y productivo durante muchos años. ¡Feliz jardinería y éxito con tu albaricoquero! 🌳😊