1. Elección de las semillas y preparación del suelo:
Elige semillas frescas de perejil de una variedad confiable. Remoja las semillas en agua tibia durante 24 horas antes de sembrarlas para acelerar la germinación. Prepara un suelo ligero, rico en materia orgánica y con buen drenaje.
2. Siembra adecuada:
- Siembra las semillas a una profundidad de 1 cm y cúbrelas con una capa delgada de tierra.
- Mantén una separación de 20 cm entre cada planta para asegurar un buen desarrollo.
- Riega suavemente para humedecer el suelo sin encharcarlo.
3. Ubicación ideal:
Coloca el perejil en un lugar donde reciba al menos 4-6 horas de luz solar al día. Si cultivas en interiores, asegúrate de que esté cerca de una ventana bien iluminada o utiliza luces de crecimiento.
4. Riego y cuidados:
- Riega regularmente, manteniendo el sustrato húmedo pero no excesivamente mojado.
- Evita que la tierra se seque completamente, ya que el perejil necesita un nivel constante de humedad para crecer bien.
5. Fertilización:
Aplica un fertilizante orgánico o compost cada 4 semanas para estimular el crecimiento de hojas verdes y saludables.
6. Poda y cosecha:
- Corta las hojas exteriores primero, dejando el centro intacto para que la planta siga creciendo.
- Realiza la cosecha regularmente para fomentar la producción continua de hojas.
7. Protección contra plagas:
Revisa las plantas regularmente para detectar pulgones u otras plagas. Usa agua con jabón o infusión de ajo como solución natural para mantenerlas bajo control.
Con estos pasos, tendrás una cosecha abundante y constante de perejil fresco para tus recetas. 🌱