Las orquídeas producen hermosas flores, pero requieren poda una vez que las flores caen. Puedes recortar fácilmente los tallos y raíces muertos de tu orquídea para mejorar su salud general. También puedes podar una orquídea para promover la floración. Cuida bien de tu orquídea y podría continuar creciendo y floreciendo durante muchos años.
Mejor Método para Podar una Orquídea
Espera a que todas las flores caigan de la planta antes de podarla. Luego, recorta cualquier tallo que esté marrón o amarillento hasta el nivel del suelo para que crezcan nuevos tallos sanos. Para fomentar la floración, encuentra el segundo nudo debajo de cada flor y corta 1⁄2 pulgada (1.3 cm) por encima de él.
Parte 1: Recortar Tallos y Raíces Muertos
Paso 1: Esteriliza tus tijeras de podar
- Esteriliza tus tijeras de podar antes de recortar tu orquídea. Sumerge tus tijeras de podar en una taza de alcohol de frotar y déjalas remojar durante 30 segundos. Abre y cierra las tijeras unas cuantas veces para asegurarte de que el alcohol cubra todas las cuchillas. Luego, retira las tijeras del alcohol y colócalas sobre una toalla de papel para que se sequen.[1]
- El alcohol de frotar se seca rápidamente, por lo que solo tomará unos minutos para que se sequen.
Paso 2: Espera a que todas las flores caigan de un tallo antes de podarlo
- Espera a que todas las flores caigan de un tallo antes de podarlo. Si tu orquídea todavía está floreciendo o si hay flores sanas en los tallos, no podes la orquídea todavía. Espera hasta que las flores caigan.[2]
- ¿Sabías? La duración de las flores en tu orquídea depende del tipo de orquídea que tengas. Por ejemplo, las flores de Cattleya pueden durar de 1 a 4 semanas, mientras que las flores de Phalaenopsis pueden durar de 1 a 4 meses.
Paso 3: Corta el tallo hasta el nivel del suelo si está marrón
- Corta el tallo hasta el nivel del suelo si está marrón. Si tu orquídea tiene tallos que están marrones o amarillentos y marchitos, no producirán más flores, por lo que no se recomienda podar los tallos. En su lugar, corta estos tallos completamente. Usa tus tijeras de podar esterilizadas para cortar los tallos hasta las raíces de la orquídea.[4]
- Cortar los tallos puede parecer drástico, pero permitirá que crezcan nuevos tallos sanos.
Paso 4: Recorta cualquier raíz marrón y blanda que sobresalga del suelo
- Recorta cualquier raíz marrón y blanda que sobresalga del suelo. Saca tu orquídea de su maceta y mira las raíces para ver si alguna de ellas parece muerta. Las raíces muertas se verán marrones y se sentirán blandas al tacto. Las raíces vivas serán blancas y firmes. Corta cualquier raíz que parezca muerta y luego devuelve la planta a su maceta o trasplántala.[5]
- Recortar las raíces muertas ayudará a prevenir la pudrición de las raíces, que puede matar tu orquídea.
Parte 2: Podar para Fomentar la Floración
Paso 1: Esteriliza tus tijeras de podar antes de podar tu orquídea
- Esteriliza tus tijeras de podar antes de podar tu orquídea. Sumerge tus tijeras de podar en una taza llena de alcohol isopropílico o alcohol de frotar durante 30 segundos. Abre y cierra las tijeras unas cuantas veces para asegurarte de que el alcohol entre en contacto con todas las superficies de las cuchillas. Luego, coloca las tijeras de podar sobre una toalla de papel para que se sequen completamente.[6]
- El alcohol de frotar se seca rápidamente, por lo que las tijeras deberían estar listas para usar en unos minutos.
- Advertencia: No omitas esterilizar tus tijeras, ya que las orquídeas son susceptibles a enfermedades de tijeras sucias. Esterilizar las tijeras ayudará a mantener tu orquídea saludable.
Paso 2: Inspecciona las hojas de tu orquídea para asegurarte de que esté lo suficientemente sana para podarla
- Inspecciona las hojas de tu orquídea para asegurarte de que esté lo suficientemente sana para podarla. Si la base de la planta tiene hojas brillantes, verdes y firmes, entonces está lo suficientemente sana para podarla. Sin embargo, si las hojas están amarillas, marrones, secas o flácidas, la planta no está lo suficientemente sana para podarla. Dale a la planta la oportunidad de ponerse saludable antes de podarla.[7]
- Asegúrate de esperar hasta que todas las flores se hayan marchitado o caído antes de recortar para fomentar el crecimiento de nuevas flores.
Paso 3: Verifica si tu orquídea tiene algún ojo dormido en los tallos
- Verifica si tu orquídea tiene algún ojo dormido en los tallos. Los ojos en los tallos de las orquídeas parecen pequeñas espinas cubiertas con una capa delgada de materia vegetal marrón o beige. Estos ojos pueden convertirse en nuevos tallos o espigas florales más adelante. Si notas algún ojo en tu orquídea, asegúrate de podar la planta 1⁄2 pulgada (1.3 cm) por encima de ellos.[8]
- Los ojos en las orquídeas se parecen a los ojos que podrías ver en una papa.
Paso 4: Identifica el segundo nudo debajo de donde florecieron las flores
- Identifica el segundo nudo debajo de donde florecieron las flores. Un nudo parece una línea marrón que corre horizontalmente en un círculo alrededor del tallo. Generalmente, los nudos son más gruesos que otras áreas del tallo. Los nudos son donde emergerán nuevas espigas florales en la orquídea cuando esté lista para florecer nuevamente.[9]
- Si ves un ojo en un nudo, corta justo por encima del nudo donde está el ojo para preservarlo.
Paso 5: Corta 1⁄2 pulgada (1.3 cm) por encima de los nudos para fomentar la floración
- Corta 1⁄2 pulgada (1.3 cm) por encima de los nudos para fomentar la floración. Esto es aproximadamente el ancho de tu dedo meñique. Corta directamente a través del tallo con las tijeras esterilizadas. Cortar demasiado cerca del nudo o demasiado lejos puede afectar la capacidad de la planta para florecer.[10]
- Si hay un ojo en el nudo, ten cuidado de no cortar el ojo. Deja intacta cualquier piel papelosa marrón o beige que cubra el ojo.
Paso 6: Observa el desarrollo de nuevas flores en 8-12 semanas
- Observa el desarrollo de nuevas flores en 8-12 semanas. La velocidad a la que tu orquídea volverá a florecer dependerá de su salud general, el clima y el cuidado. Sin embargo, en general, puedes esperar que nuevas flores florezcan aproximadamente 8 a 12 semanas después de podar tu orquídea.[11]
- Si no florecen nuevas flores dentro de las 8 a 12 semanas, intenta bajar la temperatura ambiente donde se encuentra tu orquídea en 5°C (8°F). Esto puede ayudar a estimular el nuevo crecimiento.[12]
Parte 3: Cuidado de la Orquídea después de la Poda
Paso 1: Trasplanta la orquídea
- Trasplanta la orquídea después de podarla si ha superado su maceta. Trasplantar tu orquídea cada 2 años o cuando las raíces sean del mismo tamaño que la maceta es ideal. Elige una maceta que sea 2 tamaños más grande que la maceta actual de tu orquídea, como una maceta de 8 pulgadas (20 cm) de diámetro si tu orquídea está actualmente en una maceta de 6 pulgadas (15 cm). Añade nuevo sustrato y transfiere cuidadosamente tu orquídea a la nueva maceta.[13]
- Asegúrate de usar un sustrato especialmente formulado y bien drenado para orquídeas para trasplantar tu orquídea.
Paso 2: Mantén la orquídea en una ventana orientada al este o al oeste
- Mantén la orquídea en una ventana orientada al este o al oeste. Este tipo de ubicación ayudará a asegurar que tu orquídea reciba suficiente luz solar. Monitorea la orquídea de cerca para asegurarte de que no esté recibiendo demasiada luz solar, lo que podría hacer que las hojas se vuelvan marrones o amarillas. Si la planta está recibiendo demasiada luz solar, prueba una ubicación diferente.[14]
- ¿Sabías? Si las hojas de una orquídea son de un verde oscuro, probablemente no está recibiendo suficiente luz y la planta puede no florecer. Si las hojas de la orquídea son de un color verde claro, está recibiendo la cantidad adecuada de luz para florecer.[15]
Paso 3: Riega la orquídea
- Riega la orquídea solo cuando el suelo se sienta seco. Las orquídeas pueden pudrirse y morir si las riegas con demasiada frecuencia, así que siempre revisa el suelo antes de regarla. Introduce tu dedo en el suelo para ver si se siente húmedo. Si lo está, entonces no necesitas regar la orquídea. Si el suelo se siente seco, riega tu orquídea.[16]
- También puedes usar un lápiz o una brocheta de madera para verificar el nivel de humedad del suelo. Introduce el lápiz o la brocheta en el suelo aproximadamente 1 pulgada (2.5 cm), luego sácalo y míralo. Si la madera está oscura por la humedad, no riegues la orquídea. Si la madera está seca, riega la orquídea.
Paso 4: Fertiliza la orquídea
- Fertiliza la orquídea 3 de cada 4 veces que la riegues. Compra un fertilizante para orquídeas y añádelo a tu regadera según las instrucciones del fabricante. Usa el agua con fertilizante para 3 riegos, y luego usa agua simple para el cuarto riego para lavar cualquier sal acumulada en el suelo. Luego, repite el ciclo con 3 riegos con agua con fertilizante seguidos de 1 riego con agua simple.[17]
Consejos y Advertencias
- Consejos:
- Las orquídeas pueden ser sensibles a las enfermedades, por lo que es importante esterilizar las tijeras de podar antes de usarlas.
- Asegúrate de esperar hasta que todas las flores se hayan marchitado o caído antes de recortar para fomentar el crecimiento de nuevas flores.
- Si no florecen nuevas flores dentro de las 8 a 12 semanas, intenta bajar la temperatura ambiente donde se encuentra tu orquídea en 5°C (8°F) para estimular el nuevo crecimiento.
- Advertencias:
- No omitas esterilizar tus tijeras, ya que las orquídeas son susceptibles a enfermedades de tijeras sucias.
- Cortar demasiado cerca del nudo o demasiado lejos puede afectar la capacidad de la planta para florecer.
Siguiendo estos pasos y consejos, puedes mantener tu orquídea saludable y floreciendo durante muchos años.