Ingredientes
Para 25 pestiños:
- 300 g de harina
- 100 ml de aceite
- 100 ml de vino blanco
- 1 cucharadita de anís en grano
- Piel de limón (sin la parte blanca)
- 1 ramita de canela
- Azúcar (para rebozar)
Preparación
- Infusionar el aceite
En una sartén, calienta el aceite junto con la piel de limón, la ramita de canela y el anís en grano. Cuando el aceite comience a burbujear, apaga el fuego y tapa la sartén para que los aromas se infundan mientras se enfría. Una vez templado, retira la piel de limón y la canela. - Formar la masa
Vierte el aceite infusionado en un bol grande. Añade el vino blanco y la harina poco a poco, mezclando con una cuchara hasta formar una masa homogénea. Luego, amasa con las manos hasta que la masa sea lisa y blanda, pero sin pegarse a las manos. Forma una bola, colócala en un bol, cúbrela con un paño y refrigera durante 1 hora para que repose y endurezca. - Dar forma a los pestiños
Saca la masa de la nevera y colócala sobre una superficie ligeramente enharinada. Estírala con un rodillo hasta que quede fina. Corta cuadrados de aproximadamente 5 cm por lado. Junta dos esquinas opuestas de cada cuadrado, presionándolas ligeramente para formar los pestiños. - Freír los pestiños
Calienta abundante aceite en una sartén profunda. Fríe los pestiños en tandas, dándoles la vuelta para que se doren uniformemente. Retíralos con una espumadera y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. - Rebozar en azúcar
Mientras aún estén calientes, reboza los pestiños en azúcar. Si lo deseas, puedes mezclar el azúcar con un poco de canela molida para un toque extra de sabor.
Los pestiños son un clásico irresistible de la Semana Santa, ideales para acompañar con un café o té. Su crujiente textura y su aroma especiado los convierten en una delicia que desaparece en un abrir y cerrar de ojos. ¡Anímate a prepararlos y llena tu hogar de tradición y dulzura! ✨🥰