Ingredientes
- 125 g de mantequilla (a temperatura ambiente)
- 160 g de azúcar
- 2 huevos
- 450 g de harina
- Ralladura de limón al gusto
- 1 sobre (16 gramos o 2 cucharaditas) de levadura química (tipo Royal u otra)
- 1 pizca de sal
- Cortapastas para dar forma a las galletas
Preparación
- Prepara la base de la masa: En un bol grande, bate la mantequilla con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea. Este paso es esencial para que las galletas queden ligeras y con una textura agradable.
- Incorpora los huevos: Añade los huevos uno a uno, mezclando bien después de cada adición. Esto asegura que la masa mantenga una textura uniforme.
- Aromatiza con ralladura de limón: Ralla la piel de un limón (evitando la parte blanca para no añadir amargor) y agrégala a la mezcla. Este toque le dará un aroma fresco y delicioso a las galletas.
- Integra los ingredientes secos: Tamiza la harina junto con la levadura y la pizca de sal. Añádela poco a poco a la mezcla de mantequilla y huevos, removiendo con una espátula o cuchara de madera. Continúa hasta formar una masa suave y manejable.
- Reposa la masa: Envuelve la masa en papel film y déjala reposar en el frigorífico durante al menos 30 minutos. Este paso facilita el manejo y asegura que las galletas mantengan su forma al hornearse.
- Corta las galletas: Precalienta el horno a 180 °C. Estira la masa sobre una superficie ligeramente enharinada, dejando un grosor de aproximadamente 0,5 cm. Usa cortapastas para darle forma a las galletas según tu preferencia.
- Hornea las galletas: Coloca las galletas en una bandeja con papel de horno, dejando espacio entre ellas. Hornea durante 10-12 minutos o hasta que los bordes estén ligeramente dorados. Retira del horno y deja enfriar sobre una rejilla.
- Disfruta: Una vez frías, tus galletas de mantequilla estarán listas para disfrutar. Perfectas para acompañar un té o café, o simplemente como un dulce capricho.
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