Ingredientes:
- 200 g (1 ½ tazas) de harina de trigo común o de todo uso
- 65 ml (5 cucharadas) de aceite de oliva
- 55 g (¼ taza) de azúcar
- 40 ml (3 cucharadas) de vino blanco
- 1 ½ cucharaditas de anís en grano
- Una pizca de sal
- La piel de un limón
- Azúcar (para rebozar)
- Canela molida (para rebozar)
- Abundante aceite (para freír)
Preparación:
- Infusión del aceite: Calienta los 65 ml de aceite de oliva en una sartén junto con la piel del limón y las semillas de anís. Cocina a fuego medio-bajo durante unos minutos hasta que el aceite adquiera el aroma del limón y del anís. Retira del fuego, desecha la piel del limón y deja enfriar.
- Preparar la masa: En un bol grande, mezcla la harina tamizada, el azúcar y la pizca de sal. Incorpora el aceite aromatizado y el vino blanco. Amasa hasta obtener una masa homogénea, suave y manejable. Si está muy seca, añade unas gotas de vino blanco; si está pegajosa, espolvorea un poco más de harina.
- Formar los engañabobos: Divide la masa en porciones pequeñas y forma cilindros finos. Luego, corta en trozos del tamaño de un bocado y moldea en pequeñas bolas o formas alargadas, según prefieras.
- Freír: Calienta abundante aceite en una sartén profunda o cazuela. Fríe los engañabobos en pequeñas tandas a fuego medio hasta que estén dorados y crujientes. Retíralos con una espumadera y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Rebozar: Mezcla azúcar y canela molida en un plato. Mientras los engañabobos aún están calientes, rebózalos en esta mezcla hasta que queden bien cubiertos.
- Servir: Sirve los engañabobos en una bandeja y acompáñalos con una bebida caliente, como café o chocolate, para disfrutar de esta tradición dulce en los días frescos de Todos los Santos.
Consejo adicional:
Para un toque más aromático, puedes añadir un poco de ralladura de naranja a la masa o sustituir el vino blanco por anís dulce.
✨ ¡Un dulce sencillo y lleno de historia que hará de tus días festivos una ocasión aún más especial! ✨