Ingredientes
- 1 taza de aceite vegetal (puedes usar oliva, canola o una mezcla).
- 5-7 chiles secos (como chile de árbol, pasilla o guajillo), sin semillas y desvenados.
- 3 dientes de ajo, pelados y en rodajas.
- ½ taza de cacahuates sin sal (puedes sustituir con almendras o nueces).
- ¼ taza de semillas de sésamo (ajonjolí).
- 1 cucharadita de sal.
- 1 cucharadita de azúcar.
- 2 cucharadas de vinagre de manzana.
Modo de preparación
1. Preparar los ingredientes
- Corta los chiles secos en trozos pequeños para que liberen mejor su sabor y se cocinen de manera uniforme.
- Asegúrate de tener todos los ingredientes listos, ya que el proceso de freír es rápido.
2. Freír los ingredientes
- Calienta el aceite en una sartén grande a fuego medio-bajo. Es importante que el aceite no esté demasiado caliente para evitar que los ingredientes se quemen y desarrollen un sabor amargo.
- Añade los ajos en rodajas y fríelos hasta que estén dorados, aproximadamente 2-3 minutos. Retíralos y resérvalos.
- En el mismo aceite, fríe los chiles secos hasta que estén crujientes pero no quemados, durante 2-3 minutos. Retíralos y resérvalos.
- Añade los cacahuates y las semillas de sésamo a la sartén. Fríelos hasta que estén dorados, aproximadamente 3-4 minutos. Retira y reserva.
3. Procesar la salsa
- En una licuadora o procesador de alimentos, combina los chiles fritos, el ajo, los cacahuates y las semillas de sésamo.
- Agrega la sal y el azúcar. Tritura los ingredientes hasta obtener una mezcla gruesa.
- Con el procesador en marcha, vierte lentamente el aceite caliente hasta integrar todo perfectamente. Puedes ajustar la cantidad de aceite según la consistencia que desees para tu salsa macha.
4. Añadir el toque final
- Incorpora el vinagre de manzana para aportar un toque de acidez y mezcla bien.
- Deja enfriar la salsa a temperatura ambiente.
5. Almacenar y disfrutar
- Transfiere la salsa macha a un frasco o recipiente hermético.
- Guárdala en el refrigerador, asegurándote de que esté cubierta de aceite para una mejor conservación. Puede durar varias semanas.
Sugerencias y usos
- Ajusta la cantidad de chiles según tu tolerancia al picante.
- Mezcla diferentes tipos de chiles secos para crear un perfil de sabor más complejo.
- Sirve esta salsa como acompañamiento para tacos, quesadillas, carnes a la parrilla o como aderezo en ensaladas. También es perfecta para darle un toque picante a sopas o guisados.
🌟 Tip especial: Usa ingredientes frescos y secos para prolongar la vida útil de tu salsa y disfrutar siempre de su mejor sabor.
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